martes, 25 de octubre de 2011

Franco Gemma. la mano negra del fútbol español

Franco Gemma. Tras ese nombre se esconde un bambino italiano, que quizás a mucha gente no le suene de nada, pero que esta ligado a la historia negra del fútbol español en los mundiales.

En la fase de clasificación para el mundial de 1954 en Suiza, España se enfrentaba a un único rival a doble partido, Turquía.

El primer partido de la eliminatoria se disputaba el 6 de enero en el Santiago Bernabeu. Para el encuentro el seleccionador español Irribarren, decidió dar cabida en el once inicial a numerosos jugadores debutantes sin contar con las estrellas más significativas, entre ellas a Ladislao Kubala.

A pesar de ello España venció por 4-1 a la selección Otomana con goles de Venancio, Gaínza y los debutantes Miguel y Alsua.

El choque de vuelta se disputó el 14 de marzo en el Mithat Pasa Stadi (actual estadio del Besiktas). Irribarren decidió contar con todas sus estrellas para evitar sorpresas, ya que una victoria turca obligaría a jugar un tercer partido de desempate puesto que, por aquel entonces, el reglamento no contemplaba el valor del goal-average como regla de clasificación en caso de empate.

España jugó muy mal y acabó perdiendo por 1-0 gol de Burhan, que conducía al inevitable encuentro de desempate.

Tres días después, el 17 de marzo se jugó el decisivo encuentro entre españoles y otomanos en el Estadio Olímpico de Roma.

Curiosamente horas antes de disputarse el choque, llegó al estadio Romano un telegrama de la FIFA impidiendo la alineación de Ladislao Kubala en la Roja por irregularidades en la tramitación de su ficha. Ante la duda, y el temor de que una posible alineación de Kubala supusiera la descalificación de España, los miembros de la Federación decidieron que el delantero no jugara el choque decisivo.
Años después los dirigentes de la FIFA aseguraron que ninguno de ellos había enviado ese mensaje y todavía no se ha descubierto quien escribió el telegrama y con que motivo lo hizo.

Finalmente el partido acabó 2-2 y como aún no estaba instaurado el sistema de los penaltys se decidió recurrir a algo impensable hoy en día.

Se introdujeron dos papeletas con los nombres de ambas selecciones en un sombrero y se decidió que fuese un niño romano de 14 años, hijo de un trabajador del estadio, con los ojos vendados quién, al azar, escogiera la papeleta de la afortunada que se clasificaría para el mundial de 1954 en Suiza, si España o Turquía.

La suerte caprichosa decidió que un joven llamado Franco dejase a España fuera del Mundial.


Pelazzone

1 comentario:

  1. Poco antes del inicio del desempate, a la delegación española llegó un telegrama de la FIFA, supuestamente enviado por la federación húngara, que impedía la alineación de Kubala por irregularidades en su ficha. La investigación ordenada después concluyó que ningún dirigente de la FIFA estaba detrás del telegrama.

    muy sosopechoso no?

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