El Arsenal se desplazaba al norte de la isla después de un más que decepcionante arranque liguero, con un solo punto en su casillero, el conseguido en la inauguración de la temporada ante el Newcastle en St. James' Park. La segunda jornada tampoco despejó dudas. Un Arsenal sin ideas terminó sucumbiendo en casa 0-2 frente al Liverpoool que aprovechó los últimos 20 min. en superioridad numérica.
Wenguer llevaba unos días con el ceño fruncido. La marcha de Nasri y, sobre todo la de Cesc habían dejado al equipo un poco naufrago en el centro del campo. Los partidos de previa de Champions contra el Udinese tampoco fueron para tirar cohetes. Y ahora a Manchester...
Sobran crónicas. 8-2 es un resultado suficientemente contundente para buscar algo positivo. Eso debió pensar la directiva del Arsenal que ya al día siguiente emitió un comunicado donde poco más que pedía disculpas a los aficionados. Pero el detalle que me llamó la atención es que regalará una entrada para el próximo desplazamiento a los seguidores que fueron a Manchester.
Es dificil recordar un detalle similar de algún equipo español, donde el aficionado hace tiempo que se encuentra en un segundo plano. Vas a un desplazamiento y los jugadores ni saludan. Ni un detalle al socio, al simpatizante. Sólo buenas palabras, que no cuestan, y sableo en días del socio, copa, etc...
Mi aplauso al Arsenal por estar cerca de sus aficionados en estos malos momentos, seguro que saben valorar, mas que el dinero de una entrada, el detalle de su club que, aunque no vale 3 puntos, alienta el dolido corazón de los fans del que es el tercer equipo en la clasificación histórica del futbol inglés.
Mi aplauso al Arsenal por estar cerca de sus aficionados en estos malos momentos, seguro que saben valorar, mas que el dinero de una entrada, el detalle de su club que, aunque no vale 3 puntos, alienta el dolido corazón de los fans del que es el tercer equipo en la clasificación histórica del futbol inglés.
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